
En las primeras horas de la tarde, la estación Avellaneda se transformó ayer en un espacio de intervención cultural donde diferentes colectivos artísticos grabaron su huella en paredes, escaleras, andenes y accesos para decir presente y homenajear a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki con música popular, teatro callejero, títeres, murales, estencil y muestras fotográficas. Todo transmitido por radio y televisión desde el hall central y enviando un mensaje claro: “A ocho años de los asesinatos, los medios alternativos no nos olvidamos”. Durante la jornada de recuerdo, Página/12 conversó con Alberto Santillán, padre de Darío, quien apuntó una vez más a los responsables políticos de la represión en el puente Pueyrredón, el 26 de junio de 2002.
Fuente: Pagina 12 (nota completa)