En agosto festejamos el día del niño y el el club Tercer Tiempo Deportivo y Cultural ya están trabajando. El club, como muchos, nació a partir de la necesidad de contener a los pibes del barrio. María Luisa y Quique le han dedicado mucho tiempo y esfuerzo a sostener el espacio; "Muchos han venido y han prometido, nos felicitaron por el trabajo, por la labor social, pero después no aparecieron mas..." nos dice Quique, el motor junto a otros padres del club.
"Un día conocí al "Misionero" en una reunión de delegados del campo tongui, le conté del trabajo que realizamos acá y se acercó a conocernos" nos cuenta María Luisa, una luchadora de años del viejo campo tongui.
Durante los fines de semana al club se acercan cerca de 200 chicos a participar de actividades de fútbol y hockey. Allí los padres y vecinos, mientras los pibes juegan, preparan viandas, reparan la ropa o, como lo hacen hoy, planean actividades. "Este domingo realizamos un bingo para recaudar fondos y festejar el día del niño" dice Luisa.
"Nosotros tratamos de organizarnos como podemos. Caminando el barrio, como siempre, nos cruzamos con los compañeros del Frente Transversal que andan por todos lados como nosotros", cuenta entre risas Luisa. "Desde que nos cruzamos hace tiempo ya, hemos coincidido en la forma de trabajar y de pensar muchas cosas y les agradecemos a los compañeros estar siempre cerca nuestro y ayudarnos en lo que se podía".
Tercer Tiempo es mas que un club. Es una gran casa donde conviven sueños y necesidades. Donde los vecinos se organizan y ponen el pecho al día a día.
