martes, 3 de mayo de 2011

“Las prepagas deben ser reguladas”, señaló Edgardo Depretri


Apesar de las grandes conquistas alcanzadas desde 2003 hasta la actualidad en la defensa de los derechos ciudadanos, aún existen ciertos sectores que permanecen bajo la lógica de la “falsa autorregulación”, aferrándose con fuerzas al monopolio creado y al aumento indiscriminado de sus ganacias ¿Ejemplo? La medicina prepaga.
Así como se discutió qué hacer con los fondos jubilatorios o con el rol de las fuerzas de seguridad, hoy llegó el momento de comenzar a repensar parte del sistema de salud en la Argentina mediante la aprobación de la Ley de Reglamentación de las Prepagas de Salud.

Las empresas vinculadas al sector vienen ejerciendo una fuerte presión y lobbies en pos de disuadir a los legisladores de avanzar con la norma. En este contexto, si bien hay una mayoría que ya manifestó su apoyo a la iniciativa, hay que estar atentos a algunos grupos como el PRO y Peronismo Federal, representantes de las corporaciones en el Parlamento que con falsos argumentos pretenden demorar la aprobación de la misma, como ya lo hicieron en otras oportunidades con leyes como la de matrimonio igualitario, la Ley de Medios, la ley de estatización de Aerolíneas Argentinas, y la 125, entre otras. Ahora bien, antes de continuar hagamos una síntesis de lo que establecerá el nuevo regimen:

• Obligará a las empresas de medicina prepaga a cubrir planes de cobertura médico-asistencial, el Programa Médico Obligatorio (PMO) y el sistema con prestaciones básicas para personas con discapacidad.
• Las prestaciones de las empresas de medicina prepaga no podrán ser inferiores al PMO de las obras sociales sindicales.
• Los contratos de prestaciones deberán ser autorizados por el Ministerio de Salud, además de que los usuarios podrán rescindir en cualquier momento el contrato celebrado, sin limitación y sin penalidad alguna.
• La edad no podrá ser tomada como criterio de rechazo de admisión.
• Las empresas no podrán rechazar la afiliación de personas con enfermedades preexistentes.
• A los mayores de 65 años con al menos diez años de antigüedad en la cobertura, no se les podrá aumentar la cuota.
• Se impondrán mecanismos para que desde el gobierno se autorice o no el aumento de las cuotas.

¿Cuántas veces escuchamos historias de personas que habiendo estado en una prepaga por más de diez años, con la cuota siempre al día, se les da de baja por haber contraído alguna enfermedad cuyo tratamiento resulta oneroso para la empresa? ¿Cuántas veces escuchamos casos de ciudadanos que, al cumplir 65 o 70 años, se les triplica la cuota y ya no pueden pagarla? Y cuál es la respuesta de las empresas: “Puede ir a buscar otra prepaga.” Como si el resto de las empresas del sector no funcionaran bajo las mismas leyes, y desconociendo totalmente los años de aportes realizados.
La medicina prepaga, tal como se la conoce hoy en día, esconde un sistema perverso donde el afiliado cree que tiene cubierta su salud, pero sólo es así en la medida en que es joven y sano, porque con el transcurrir de los años se le va aumentando la cuota en forma exponencial hasta expulsarlo definitivamente del sistema.
Es inadmisible seguir sosteniendo esta situación. La intervención del Estado y la sanción de la ley traerán mayor igualdad y no el quiebre del sistema, como muchos empresarios pregonan con tal de seguir manteniendo el statu quo.

Fuente: diario Tiempo Argentino