
Se trata de la Ciudad de Buenos Aires, donde más del 36% dice votar hoy a Macri como Jefe de Gobierno, la que vota así para Presidente. Son los mismos niveles de preferencias que obtuviera Kirchner en los años 2005 y 2007, y más del doble de las preferencias de la lista local del FPV en el año 2009.
Los candidatos locales del oficialismo, en el mejor de los posicionados que es Daniel Filmus, miden la mitad de la fórmula nacional. Por se motivo, entre otros, es necesario un armado más amplio del espacio distrital del FPV, un escenario como planteamos acá, que sea capaz de poner en línea las preferencias locales con las nacionales, evitando esta brecha tan notable.
Por otra parte, la consolidación de Macri como alternativa local, va de la mano de la erosión de su perspectiva nacional, a punto que se ubica en su propio distrito, muy lejos de encabezar las opociones de voto a Presidente y en situación de empate técnico con "Pino" Solanas.
Los candidatos locales del oficialismo, en el mejor de los posicionados que es Daniel Filmus, miden la mitad de la fórmula nacional. Por se motivo, entre otros, es necesario un armado más amplio del espacio distrital del FPV, un escenario como planteamos acá, que sea capaz de poner en línea las preferencias locales con las nacionales, evitando esta brecha tan notable.
Por otra parte, la consolidación de Macri como alternativa local, va de la mano de la erosión de su perspectiva nacional, a punto que se ubica en su propio distrito, muy lejos de encabezar las opociones de voto a Presidente y en situación de empate técnico con "Pino" Solanas.
Con Macri, en nuestra perspectiva suceden dos fenómenos simultáneos. Consolida un espacio propio en el distrito frente a la ofensiva -por decir algo elegante, al menos desordenada de la oposición política porteña-, al mismo tiempo que esa misma circunstancia, el caos permanente en que obliga a desplegar la ya pobre gestión, le hace perder aun entre sus electores locales, y en especial entre sus pares, dirigencia opositora que verían en él una salida nacional, atributos de gestión y autoridad suficientes como para proyectarse nacionalmente.
Es este un dilema político antes que electoral, que el marketing ausente de toda complejidad que propone Durán Barba, no le resuelve sino, por el contrario, le galvaniza y expande: consolidación local, angostamiento nacional. En perspectiva, alto precio.
En la base de esta paradoja y el retroceso nacional de Macri está la matriz crecientemente anti-peronista que Durán Barba despliega en el PRO.
Si hubiera el asesor analizado detenidamente el despliegue electoral de esa fuerza , advertiría sin dificultad que una de las patas electorales del PRO, la más robusta, tanto en la Ciudad en 2003, 2005, 2007, como su expansión bonaerense del año 2009, fue el voto peronista, que sin prisa ni pausa se aleja frente al perfil estrictamente gorila que asume, cada día con más firmeza, el liderazgo declinante de Mauricio Macri.
Es este un dilema político antes que electoral, que el marketing ausente de toda complejidad que propone Durán Barba, no le resuelve sino, por el contrario, le galvaniza y expande: consolidación local, angostamiento nacional. En perspectiva, alto precio.
En la base de esta paradoja y el retroceso nacional de Macri está la matriz crecientemente anti-peronista que Durán Barba despliega en el PRO.
Si hubiera el asesor analizado detenidamente el despliegue electoral de esa fuerza , advertiría sin dificultad que una de las patas electorales del PRO, la más robusta, tanto en la Ciudad en 2003, 2005, 2007, como su expansión bonaerense del año 2009, fue el voto peronista, que sin prisa ni pausa se aleja frente al perfil estrictamente gorila que asume, cada día con más firmeza, el liderazgo declinante de Mauricio Macri.
Fuente: Diario Registrado